Si, si. Aquí no se tira nada.
Y por lo tanto, hoy tenemos un arroz en el que he utilizado esas sobras de un asado o de una parrillada. Carne. proteína que empieza a pedirnos auxilio en la estantería del frigorífico.
Puedes jugar con cualquier cosa que tengas por ahí en ese punto de "comer o tirar".
Las patatas panaderas, la cebolla que quedó caramelizada en el fondo de la plancha del horno, pollo, lomo, butifarra. Lo que venga.
Un caldo rico de pollo o de jamón y tenemos un arrozaco de llorar.
¡Venga, va!... Anota y recuerda para la próxima vez que tengas sobras.
Arroz
1 cebolla o los restos de la quedó del asado
Caldo de pollo
3 filetes de lomo, que sobraron ayer
1 muslo de pollo del asado del lunes
Patatas, de las de debajo del pollo
1 ramita de romero
Copa de vino blanco
No hay que volverse loco.
Un poco de aceite en una sartén. Picamos la cebolla y la doramos un poquito. Añadimos el romero y el arroz. Meneamos hasta que esté transparente. Copita de vino. Que reduzca un poco.
Añadimos el caldo de pollo para que lo cubra y dejamos a fuego fuerte, 10 minutos.
Cuando veas que el arroz está "al dente", añadimos las patatas troceadas, el lomo y el muslo de pollo deshuesado.
Gratinador, horno.
Dale caña hasta que lo veas que comienza a tostarse.
Algo de picar y ¡a comer!
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