Mil gracias a Lochy, gran cocinera y amiga, por confiarme su "secreta" receta de croquetas.
Claro está, que no podría ser que yo siga una receta al pie de la letra, y claro... esta también lleva "tuneo", en especial, la cobertura.
Debo decir que tardé tiempo en ponerme, pero el día que dije que la hacía, ¡tremenda!.
¿Vamos con ella?
Ingredientes:
200 grs. de tubo de calamar limpio
Tinta recogida de limpiar un kg. de calamares
160 grs. de harina
1/2 cebolla
200 ml. de leche
1 diente de ajo
1/2 vaso de vino blanco
1 hoja de laurel
sal
1 l. de agua
1 culín (en el original) de aceite de oliva.
2 cucharadas de mantequilla, para la bechamel
Pan rallado, tinta y huevo para rebozar
Aceite, para freir.
En sartén honda ponemos a calentar el aceite. Mientras, picamos en picadora los tubos de calamar con la cebolla y el ajo.
Salteamos la masa picada en el aceite, hasta que se dore un poquito y se suelte.
Añadimos el agua, la sal, el laurel y el vino blanco y tapamos hasta que rompa a hervir. Destapamos y contamos 10 minutos. Retiramos del fuego.
Escurrimos el guiso con colador, separamos la parte "seca", dejándola en la sartén y la líquida en un cazo. Asegurándonos de que tenemos 800 ml. (si no, lo reducimos un poco más o añadimos un poco de agua y le damos un hervor).
Añadimos la leche al caldo y mantenemos caliente.
Otra sartén. Mantequilla y, espolvoreando para evitar grumos, vamos añadiendo la harina. Cuando esté tostada y homogenea vamos añadiendo el caldo y trabajamos la masa. Debe entrar TODO el líquido. Por último, añadimos la tinta.
Seguimos trabajando la masa y añadimos el sofrito que teníamos reservado. Una vez bien mezclado, ponemos la masa en una fuente amplia y dejamos que se enfríe. Cubrimos con film transparente y reservamos en la nevera. Yo las dejé para el día siguiente.
Y al día siguiente....
Gran problema. ¡El color!.
Con una cuchara, fui tomando porciones de la masa. Les dí forma redondeada, más de albóndiga que de croqueta. Pase por huevo batido, pan rallado y a la sartén.
Pero no. No me gustó el resultado.
Conseguí que fueran de bocado, pero el color... por fuera... parecía una croqueta "normal".
Lochy, se merecía algo mejor.
Pan rallado, un poco de agua tibia, tinta de calamar. Hacemos la mezcla y extendemos entre dos papeles de horno.
Lo siento, no tomé tiempos.
Calor en el horno, hasta que consigamos "secarlo".
Lo soltamos de los papeles... y a la picadora. ¡Caña!
Un arroz encebollado con pimentón. Y encima, una croqueta de LUJO.
El mismo arroz, triturado con un poco de nata y en sifón. Y claro... croqueta.
¡Deliciosas!. Gracias Lochy. :-)
buaaaa...creo que esto podria volver loco a mi suegro, q siempre busca la manera de sorprender, esto parece delicioso.
ResponderEliminarSin duda, lo es.
EliminarSon magníficas. Quedan muy cremosas y el rebozarlas en negro, impacta.
;)
Bss Tesa
¡Que buenísima idea el rebozado negruzco!, me encanta!!
ResponderEliminarGracias, Capitán!
Eliminar;)
Seguro que pensando un rato más, surgen ideas ...
Saludos.
original y deliciosa
ResponderEliminarGracias Deakiapekin.
Eliminar:)
Un placer.
muy distintas a las mías jejeje besotes
ResponderEliminarPodríamos hacer un evento "croqueteitor"
EliminarJajajajaja
Bss.
Magnificas y estupenda idea la del color del rebozado. Aprovecho para decirte que ya tengo mis molde. Gracias!!. Bss!!
ResponderEliminarGracias Inma. :D
EliminarEspero que disfrutes esos moldes.
Estate atenta, en nada... hacemos otro.
Bss
Que receta tan sencilla pero que pinta tan deliciosa tiene
ResponderEliminarMe gusta mucho esta receta tuya.
Un besazo
Gracias Lila. Pero mía, mía... no. tuneo total de una de Lochy ;)
EliminarGracias, bss