martes, 6 de noviembre de 2012

Gachas dulces
María Puertas Guirado

Aun faltaban unas horas para que amaneciera en aquel pequeño pueblo de la Alpujarra.
María, con su inmensa cesta de mimbre, salía con dirección a Albuñol.
Allí compraba pescado a los pescadores, y fuera invierno o verano, recorría todos los cortijos de vuelta vendiéndolo.
Cocinera de los señoritos.
Bautizos, bodas, matanzas, todos tipo de celebraciones. María, estaba allí.
En su infancia, ella era la que con la cartilla de racionamiento iba a por sus 100 gr de harina y sus 100 gr de azúcar. Su madre, con miga de pan, había borrado la visita anterior y con ese excedente se hacian gachas. Con más agua que leche y para cinco hermanos, el desayuno diario.

Postguerra, hambre, necesidad.
Hoy, María Pilar, su nieta; sigue manteniendo vivo su recuerdo.
Una gran tormenta, sus lloros, su miedo, siendo muy pequeña. Su abuela, sus caricias. Trajinando en la cocina.
Poco a poco, su llanto, se transformó en suspiros.
Su abuela, le estaba haciendo... gachas.

Gracias María.
Gracias María Pilar.



¡A por ellas!

Ingredientes:
1 litro Leche
1/2 vaso de agua
1 Palo de Canela
2 pieles de limón
3 o 4 flores de anis seca
250 gr de harina
Cuatro cucharadas soperas colmadas de azucar.
Aceite de oliva extra
Canela molida
Pan frito
(He utilizado, más o menos, la mitad de ingredientes)

En una sartén con el aceite caliente, ponemos el palo de canela, las pieles de limón y el anís seco. Sofreimos, hasta que el limón se oscurezca.
Colamos el aceite, y lo ponemos en una cazuela o sartén de tamaño mediano.
Vamos poniendo la harina y removemos con una cuchara/tenedor de madera o varillas manuales.
Añadimos la leche, el agua, y el azúcar. En definitiva, una bechamel.

Distribuimos las gachas en platos hondos individuales o una fuente, para que se enfríen y cuajen.
Freímos unos trocitos de pan, los distribuimos por encima y espolvoreamos canela.
Pueden tomarse tibias o frías... aunque hay quien, no puede esperar.

Gracias, Maria Pilar.

10 comentarios:

  1. me ha encantado esta introducción, el corazon me ha dado un vuelco, y la piel se ha quedado de gallina...ha sido precioso....gracias por hacerme despertarme asi!

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  2. Bonita introduccion, si señor !!, mi abuela solia hacer un postre/plato unico para la cena en algunas ocasiones, cada vez era una fiesta para nosotros, ella de oringen Almeriense les llamaba 'tarvinas' y ademas le ponia unas almendras tostadas,es un plato que queria recuperar, pero estos dias ya he visto varias versiones, de todas formas lo tengo en mi lista de pendientes y no creo que tarde en acerlas. Un abrazo !!

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    1. Mmmmm, Tarvinas. Curioso.
      Tendríamos que hacer un monográfico. Ya me han comentado un monton de platos similares.
      Sencillos, con pocos ingredientes y ricos.
      Gracias Jose. Un abrazo.
      :)

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  3. Vaya si escribes bien, niño!!! Y las gachas... nunca las he comido, y eso que cuando era chica, decían que 'hacían la tez más bonita'. Creo que tengo una asignatura pendiente y lo mismo me atrevo con esta receta tuya.
    Besitos

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    1. Guisadora, la tez más bonita?... jajajaja, como los baños de luna ¿no?.
      Pues merece la pena hacerlas. Ricas, ricas.
      Bss.

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  4. Maria Pilar López Sánchez



    Sabor .....Me ha encantado la presentación que has hecho de la receta...

    Como has cuidado todos los detalles.. El nombre de mi abuela...

    La historia de su vida..la receta...la fotografia de la cartilla de razonamiento ...una foto del pueblo de Albuñol...
    Me he emocionado muchisimo...la estaba leyendo y tenia la sensación que estaba ocurriendo en ese mismo momento... ese olor de la canela y de limon por años que pasen...viviran junto a mi!


    No tengo palabras para expresarte lo que siento en estos momentos..Siempre te lo agradecere...Eres un maravilloso Crack !!

    DE TODO CORAZÓN..MUCHISIMAS GRACIAS!!
    Maria Pilar

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    1. Ha sido un verdadero placer.
      Gracias a ti, Pilar; y a aMaría, donde quiera que esté.
      :)

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    2. Se lo he enseñado a mi madre, se ha emocionado mucho, tanto que no ha podido contener que

      sus lagrimas y se le escapen mejillas abajo, en su nombre.. Muchisimas Gracias!

      Y como mi abuela Maria era muy refranera....“Es de bien nacido ser agradecido”
      Gracias y gracias

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