Todo un clásico. Una tarta de manzana caramelizada con azúcar y mantequilla, con una base de crumble de limón.
Dicen que las hermanas Stéphanie Tatin (1838–1917) y Caroline Tatin (1847–1911), tienen la culpa. Un despiste, un olvido y se les pasaron las manzanas. Decidieron poner la masa encima y hornear. Una tarta invertida que desde enero de 2011 anda por el blog.
Hoy, la prepararemos "más profesional" (es "del Cole") en formato individual.
Unas manzanas Golden, mantequilla y azúcar serán la base que al servir se convertirá en el "relleno".
Las cubriremos con una masa de crumble que aromatizaremos con ralladura de limón.
El Sr. Tarragona (mi profe de pastelería), todos los viernes, dispara recetas para el buffet que tenemos que preparar en 120 minutos. Después con algo más de calma, rebobinamos y nos ponemos (como el otro día) a hacer planchas de Genovesas como si no hubiera un mañana.
Pero del "punto cinta" y de la Genovesa, hablamos otro día.
¡Vamos con la Tatin!
4 manzanas Golden
100 gr de azúcar
20 gr de mantequilla
0,5 gr de sal
Vainilla o Vainillina
Crumble de limón:
80 gr de mantequilla
80 gr de harina floja
80 gr de harina de almendra
Ralladura de limón
En una cazuela al fuego, vamos espolvoreando el azúcar en forma de lluvia, mientras se genera el caramelo. Poco a poco. Moviendo con cuidado la cazuela o retirándola del fuego si es necesario.
Horno a 180º, introducimos los moldes con la manzana y horneamos 20-25 minutos.
Mientras, preparamos el crumble.
La ralladura de limón, la mantequilla a taquitos, muy fría. Y las harinas.
Volvemos a hornear a 180º otros 15-20 minutos.
Puedes tomarlas tibias o frías.




















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